Flores Aldana Omar

Planeación y Organización de Empresas Editoriales

Crónica en el Tràfico

 El recorrer las calles en auto de la que es la ciudad màs grande del mundo en cuanto a población y  a la vez el territorio más pequeño del país, ha pasado de convertirse de  una comodidad a una gran incomodidad.  La Ciudad de México se ha convertido en un verdadero caos vial en las últimas semanas, abordar un automóvil para cruzar de norte a sur o viceversa es un verdadero viacrucis.

 

Si no lo creé, pruébelo usted mismo, súbase a su automóvil y mire la hora que sale de su casa, piense en realizar el trayecto de Indios Verdes a Ciudad Universitaria, una ruta muy concurrido por varios estudiantes de la Universidad Nacional Autonoma de Mèxico y por gente que trabaja en la zona sur de la ciudad. Ahora visualice sus opciones viales, piense en ir por Circuito Interior, Churubusco, Revolución, Insurgentes, Periférico o invente una ruta alterna, hágalo por donde usted le guste.

 

Una vez que haya decidido comience el viaje, sale de su casa y comienza a meterse entre las calles para salir a la avenida principal, pasa por diferentes colegios o centros de trabajo en donde la presencia vehicular se comienza notar; en la radio los reportes de transito no  son nada alentadores, el reportero en el helicóptero reporta: “trafico a vuelta de rueda en semana de vacaciones, use vías alternas”.

 

Después de algunos minutos ya se encuentra circulando con su auto en la “vía rápida” o mas bien lenta,  mas cercana a su casa mira a su alrededor y cientos de carros parados como en un gran estacionamiento, pero no, todos están esperando circular se escuchan las bocinas de cada auto, parecen coro, uno silva para que no se le mete otro carro, otro toca por que el de enfrente no avanza, otro hace escándalo por que los de la vía perpendicular se pasan cuando el semáforo esta en rojo, cada uno tiene su papel en la orquesta y esperan que el trafico les señale para hacer su sólo.

 

Estando parado en el tráfico tiene tiempo de sobra para hacer lo que quiera, sacarse los mocos, leer revistas, cambiarle a todas las estaciones de radio, leer, hablar por teléfono o simplemente pensar en que dirá cuando llegue tarde a su trabajo, mirar tantos autos rodeándolo lo podría llevar a preguntarse ¿Cuántos autos hay en la Ciudad de México?, el INEGI contesta que hasta el 2007 tenia contados casi 2 mil millones y medio de autos en la zona capitalina, cifra rebasada con facilidad dos años después; tanto automóvil provoca una saturación de las vías vehiculares.

 

Para cuando mira su reloj ya ha pasado mas de media hora, la avenida mas grande del mundo, Insurgentes, no puede con la cantidad de carros de la Ciudad de México sumada con los automóviles provenientes del Estado de México, mira a su lado derecho y como burla observa el carril vacío del metrobús, una tentación, si lo toma llegara mas rápido, pero también podría hacerse acreedor a una multa, mira hacia el frente y hasta donde su vista alcanza no hay ninguna patrulla, duda en hacerlo, lo piensa, adrenalina lo empuja, la moral lo hace mantenerse en su lugar sin moverse un centímetro, de pronto el carro de enfrente desespera, se salta los señalamientos y entra al carril del Metrobús, para su mala suerte el monstruo de la mordidas lo para unos cuantos metros más al frente, ni modo mala suerte.

 

La opción de invadir los carriles del Metrobús anulada, que tal si se mete y lo paran, eso no lo ayudaría en nada, sólo lo retrasaría más; vuelve a escuchar la radio para relajarse, pero la sorpresa es inmediata, los locutores de radio llegando tarde a su trabajo, recordándole el día de las madres al jefe de gobierno y expresando su desesperación en los micrófonos.  Aguanta 5 minutos más y apenas esta en la Raza,  decide tomar una “vìa alterna” Circuito Interior,  se desvía y en minutos ya esta corriendo en circuito, la velocidad  de circulación es rápida, parece haberse arreglado el problema, en 20 minutos ya esta en Avenida Revolución, pero a lo lejos vuelve a visualizarlo, un gran embotellamiento, los carros a vuelta de rueda nuevamente y el motivo, las obras al Circuito Interior, como se le pudo olvidar, piensa “me hubiera desviado antes”, pero ahora no pueden hacer nada, ya están dentro.

 

De 4 carriles de Av. Revolución solo dos funcionan y en algunos partes ni eso, los carros avanzan muy lentamente, mira  a los trabajadores de las obras con franelas haciéndole la señales para que avanecen , pero que no ven no hay espacio, están parados; se encuentra en uno de los lugares en donde la velocidad máxima son 6 kilómetros. A algunos les suenan sus teléfonos, en la empresa ya los esperan, en la escuela hay examen o llegara muy tarde a la cita.  

 

La desesperación ya lo ha consumido, recuerda al tipo desesperado por el exceso de carros disparándole a un topógrafo, ya miro su reloj cientos de veces, su revista se termino, su nariz esta limpia, el crédito de su celular se termino, pensó en todo lo posible y ahora esta  enojado con el jefe de gobierno de la ciudad, jura que si se póstula para presidente usted no votaría por él, no le importa la necesidad de arreglar las vías principales para mayor comodidad, solamente quiere llegar a su destino, ya.

 

Marcelo Ebrard, el jefe de gobierno del DF,  en un comunicado conjunto el director general de Proyectos Especiales del Distrito Federal, Fernando Aboitiz Sar  exhorta a los ciudadanos a no desesperarse, las obras  se encuentran en su 60 o 70 por ciento de avance, pronto terminaran; se enoja aún más, quien sabe hace cuanto que andan con ese cuento del avance y usted sigue parado. 

 

La opción de usar bicicleta es efectiva para quienes viven cerca de su trabajo o lugar de estudio; pero cruzar de norte a sur en bicicleta,  suena complicado, algunas organizaciones como el mismo INEGI calcula que en unos cuantos años la velocidad de traslado de los autos será de 3 kilómetros por hora, debido al crecimiento del parque vehicular.

 

Han pasado desde que salio ya 1 hora y media, apenas va llegando a Ciudad Universitaria, el calor de la mañana a pesar de no ser tan intenso se vuelve molesto, su tolerancia ha sido agotada, la radio no muestra soluciones para evadir el trafico, las vías rápidas se vuelven lentas, las vías alternas dejan de serlo, el ruido de la maquinaria de construcción le molesta, el polvo sobre revolución lo encierra en su carro, los carriles del Metrobús en compostura,  los trasportes públicos atiborrados y pensar en el regreso a casa es una pena más.

 

Soluciones para el congestionamiento vial de la Ciudad de México pocas, el segundo piso del Periférico lleno, eje central hasta el tope, Revolución en construcción, Insurgentes es mas angosta por el Metrobús, Circuito Interior  con tramos cerrados por reparación,  la gente se desespera y enferma con tanto ruido, poco avance vehicular, humo de carros, calor de motores y falta de ideas claras.